Es habitual y comprensible que los tutores digamos y pensemos que mantenemos una fuertevinculacióncon nuestros perros. Les damos amor, comida, cuidados y un techo a cambio de obediencia, fidelidad y toda la alegría con la que vienen de serie. Es un quid pro quo que parece bastante justo, pero que no acaba de tener en cuenta las potencialescapacidades sociales y cognitivasde nuestro amigo de cuatro patas. Vinculación no es sólo cuidados y amor, o dependencia; es algo que te une a alguien en quien confías y te escucha.
Durante este programa, a través de las estructuras de aprendizaje, la estimulación sensorial y la creación de espacios de encuentro durante el día a día entre tú y tu perro, aprenderemos a identificar las señales que nos emite nuestro peludo y a qué emoción están relacionadas. Estableceremos también un código comunicativo, verbal y no verbal, que reforzará el vínculo y la relación entre ambos.